En abril de este año el parlamento europeo aprobó una nueva normativa que se aplica a los productos del ganado, el cacao, el café, el aceite de palma, la soja, la madera, el caucho, el carbón vegetal y el papel impreso.
La regulación de la Unión Europea que está a punto de ser ratificada en el Consejo Europeo y que busca prohibir la importación de artículos relacionados con la deforestación, puede representar un obstáculo para el desarrollo de esta industria y la consolidación de la paz en Colombia, aunque sea bienintencionada en términos ambientales,.
A pesar de que el sector cacaotero colombiano ha logrado importantes avances en la implementación del Acuerdo Cero Deforestación de la cadena de cacao (Cacao, Bosques & Paz), y la estrategia Cacao para la Vida, lo que ha permitido consolidar una industria sostenible y comprometida con la protección del medio ambiente y la construcción de paz en las regiones más afectadas por el conflicto armado, la nueva regulación podría llegar a afectar la capacidad financiera y el compromiso con la sostenibilidad de los pequeños productores y agricultores familiares.
Wendy Arenas, directora de la organización Alisos, entidad que ejerce la secretaría técnica del Acuerdo, puntualiza que «si bien es un paso significativo para la protección de los bosques, debemos tener en cuenta el impacto que tendrá en los pequeños productores y en la consolidación de la paz en Colombia, pues, de no tener instrumentalización, puede constituir una una «barrera de mercado» que, aunque se exige al comercializador, no se indica quién asumirá los costos del sistema de monitoreo y trazabilidad, y existe el riesgo de que este costo se transmita al pequeño productor y agricultor familiar ahogando su capacidad financiera”.
Además, señala Arenas, “la nueva regulación de la Unión Europea puede disminuir el ritmo y alcance de la consolidación de la paz, si se tiene en cuenta que el cacao ha sido una de las principales estrategias para el postconflicto (solo en 2022, más de 47.000 hectáreas de cultivos ilícitos fueron sustituidos por cacao) porque ahora tenemos un requisito adicional que los productores no van a poder cumplir”.
En el año 2018, Colombia firmó el Acuerdo de Cacao, Bosques y Paz, que busca cerrar la frontera agrícola y apoyar la implementación del Acuerdo de Paz. El acuerdo cuenta con más de 25 adherentes, incluyendo el 90% de la industria nacional y los ministerios de Ambiente y Desarrollo Sostenible y Agricultura y Desarrollo Rural y convirtió a Colombia el primer y único país de América Latina con este tipo de iniciativas.
Como una alternativa para hacerle frente a los posibles efectos negativos que tendría la regulación contra la deforestación, Arenas insta a promover acuerdos comerciales bilaterales entre Colombia y la Unión Europea que le permitan al país exportar hasta 35.000 toneladas al año 2030.
Además, señala la importancia de establecer un diálogo con los países de la Unión Europea que comparten con Colombia la visión de paz y protección de los bosques pues es crucial para garantizar que existan las condiciones necesarias para que la implementación de la regulación sea beneficiosa para países consumidores como productores especialmente los países de América Latina.